Uno de los tejidos más resistentes del cuerpo es el esmalte de los dientes, sin embargo, pueden romperse o astillarse de muchas maneras. La práctica de alguna actividad deportiva como el fútbol, masticar hielo o una caída accidental están entre los primeros causantes de las roturas dentales.
Si tienes los dientes astillados, y el dentista solo te puede atender en 24 o 72 horas, lo más recomendable es el uso de analgésicos para reducir el dolor y bajar la hinchazón. Enjuaga bien la boca para eliminar posibles residuos de comida y evita las temperaturas bajas.
Síntomas de los dientes astillados
A simple vista puede ser difícil saber si el diente está astillado o roto, hasta para los dentistas expertos. Sin embargo, cuando se trata de un diente astillado se notan pequeñas fisuras en la corona. Mientras que en el diente roto se produce el desprendimiento de una parte. En ambos casos, no obstante, se presentan síntomas a tener en cuenta:- Dolor en dientes y encías. Como resultado de la presión que se efectúa al masticar.
- Las temperaturas altas o bajas generan molestias, especialmente al comer.
- Rigurosidades. Se notan como unos pliegues al pasar la lengua por los dientes.
- Rechinar. Se escucha un chirrido de dientes cuando se va a dormir.
¿Cuál es el tratamiento para los dientes astillados?
Un especialista dental es la persona adecuada para realizar el tratamiento de los dientes astillados. Seguidamente, mostramos algunas de las recomendaciones que podría indicar el profesional dental.- Bonding o adhesión. Es una técnica en la que se emplea resina compuesta entre porcelana y plástico. Funciona como un cemento que se moldea anatómicamente al diente.
- Carilla o corona. Consiste en remover parte del esmalte natural del diente, para hacer espacio y así colocar la porcelana.
- Carilla permanente. Si se siguen las recomendaciones del especialista, este tratamiento puede durar al menos 30 años. En caso de daños mayores, el dentista podría recomendar la colocación de una corona.
- Restauración de la pieza. Consiste en incrustar resina en el diente de manera estética. Se aplica generalmente en la superficie de las piezas molares.