sindrome temporo mandibular bruxismo

Síndrome de tensión temporo-mandibular. Qué es y sus causas

También conocido como STM o síndrome de Costen, el síndrome de tensión temporo-mandibular es un cuadro clínico. Aquí se ven afectados tanto las articulaciones temporo – mandibulares (las que se encuentran ubicadas a ambos lados de la cara) como los nervios adyacentes y los músculos. Todos estos son los encargados de abrir y cerrar la boca, ya sea para hablar, masticar, morder, tragar, bostezar, etc.

Todo lo que debes saber del STM

En primer lugar, debe saber que este síndrome se presenta con mayor frecuencia en mujeres, especialmente en edades comprendidas entre 30 y 50 años. Entre otros síntomas, se caracteriza por la aparición de:
  • Dolor en la mandíbula.
  • Dolores de cabeza.
  • Malestar o dolor de oído.
  • Zumbidos o ruidos en los oídos.
  • Molestias para morder y masticar.
  • Especie de chasquido al abrir o cerrar la boca.
  • Inflamación.
  • Adormecimiento de la piel del rostro.
  • Rigidez en la mandíbula.

Causas del síndrome de tensión temporo-mandibular

Hasta el momento, las causas del síndrome de tensión temporo-mandibular no son del todo claras. Una de las más significativas es el estrés. Este se encarga de generar un reflejo de apretar la mandíbula, trayendo como resultado una tensión excesiva en los músculos alrededor de la articulación. Es ahí cuando se presenta el dolor. El bruxismo también está considerado entre las causas más probables. Sin embargo, también puede ser resultado de otros procesos donde se ven afectadas las articulaciones. Por ejemplo, la artritis, artrosis o diferentes traumatismos. De hecho, tratamientos de ortodoncia mal realizados o problemas de alineación en los sientes también dan paso a este síndrome tan frecuente.

Tratamiento del síndrome de tensión temporo-mandibular

Por si no lo sabías, se calcula que este síndrome puede afectar al menos al 30% la población femenina adulta. No obstante, pocas veces se consigue un diagnóstico certero, pues suele ser confundido con otras patologías. Ahora bien, dependiendo de la causa, el tratamiento debe variar. En la mayoría de los casos, el tratamiento es simple. El más recomendado es una serie de masajes en los músculos maxilares, así como terapias de calor y frío o técnicas de relajación. En casos de cuadros de bruxismo, las férulas de descarga ayudan mucho en la relajación de la tensión temporo-mandibular. Los antiinflamatorios, así como relajantes musculares, también pueden ofrecer grandes beneficios para ayudar a calmar el dolor. El especialista será quien determine el más indicado para el cuadro en particular.